Articulo: La evolución de las salas limpias y ¿qué eso cambia en tu vida?

¿Te imaginas pasar por un procedimiento quirúrgico en el que el médico no se lavó las manos y no esterilizó a los instrumentos?

Lo que hoy parece una locura ya fue práctica común en todo el mundo. Muchas personas han padecido hasta que la comunidad científica percibiera la fuerte conexión entre la esterilización del ambiente y el éxito de los procedimientos. Y así fue como el control de bacterias y microorganismos representó un gran avance para la medicina.

El desarrollo de técnicas de esterilización de los instrumentos y de todo lo que entra en contacto con el paciente significó la reducción drástica de complicaciones y muertes ocasionadas por la falta de preocupación por la higiene, ordinaria en mediados del siglo XIX. Lo que hoy parece algo tan obvio llevó mucho tiempo para ser desvelado y contó con la colaboración de muchos nombres tales como Semmelweis, Pasteur, Lister, Koch y tantos otros que contribuyeron de forma anónima.

Los descubrimientos realizados primordialmente en la salud se extendieron a otros campos y sus preceptos se utilizan en diferentes sectores, que demandan por procesos delicados de alta precisión.

Hoy es posible encontrar ambientes controlados, como salas limpias, no sólo en hospitales, sino también en la industria de las áreas farmacéutica, alimenticia, química y de bebidas, por ejemplo.

Pero, al final, ¿qué son las salas limpias?

Las salas limpias son espacios extremadamente controlados para garantizar que no haya contaminación del ambiente y, consecuentemente, de lo que está siendo manipulado en ese lugar

Sin embargo, no se trata sólo de aquel tipo de limpieza como hacemos en casa. Es un tanto más complejo… Más allá s de la esterilización de todos los componentes presentes en el local, se supervisan las partículas que quedan en suspensión en el aire, las condiciones climáticas – como la temperatura y la humedad – y el control de todos los agentes que puedan infectar el ambiente.

Además, se engaña quién piensa que las impurezas son procedentes solamente de afuera de la sala limpia. Se considera como principal fuente de contaminación justamente los recursos humanos involucrados en los procesos realizados en su interior, ya que el cuerpo humano es una gran fuente generadora de partículas provenientes de la descamación de la piel y el cabello, de las fibras de las vestimentas utilizadas y hasta de los microorganismos presentes en el aire que hemos expirado.

Sumado a estos elementos, están las partículas generadas por el desgaste de los materiales de la sala y aquellas provenientes del propio proceso productivo, como gotitas y polvo residual de la materia prima.

La prevención y el control de la contaminación de las salas limpias pueden ser divididas, básicamente, en cuidados con el ambiente interno y externo.

Para el ambiente interno, es necesario crear una barrera para que las partículas generadas por las personas no contaminen el aire. Como solución, es imprescindible la utilización de vestimentas especiales, guantes, máscara y gorro, además del cuidado con el uso de cosméticos. Los muebles deben ser resistentes, tener superficie lisa y soportar la abrasión, a fin de permitir la limpieza, evitar la acumulación de residuos y para que no haya el desprendimiento de ningún fragmento.

Con el interior controlado, es fundamental gestionar la interacción con el ambiente externo. Al final, es necesario garantizar que no haya contaminación cuando haya el acceso de las personas, materia prima y productos acabados, por ejemplo. Todas las brechas, grietas y orificios deben ser bloqueados y el aire que se inserta dentro de la habitación necesita pasar por un sistema de filtración a fin de garantizar la calidad y el control de las partículas presentes.

Este sistema está diseñado de acuerdo con las especificaciones del proceso que ocurre en el lugar y de acuerdo con la clasificación de la sala limpia, hecha a través de normas regulatorias específicas. Para evitar que el aire externo contamine el ambiente estéril, se mantiene la sala presurizada. Así, cuando la puerta se abre, por ejemplo, sólo hay desplazamiento de aire desde el interior hacia el exterior de la sala y no en el sentido contrario. De esta forma, sólo el aire limpio sale de la sala, sin dejar que el aire “sucio” entre.

Con tantos detalles para considerar, es indiscutible el hecho de que el proyecto necesita ser bien estructurado por un profesional que domine las peculiaridades de construcción, montaje y mantenimiento de una sala limpia. Sin embargo, no puede simplemente ser algo aislado de todo el resto, sobre todo cuando la manipulación que ocurre en su interior forma parte de una cadena productiva. Debe estar integrada al proceso y las instalaciones adyacentes y, sin embargo, cumplir su papel de garantizar un ambiente estéril.

Un desafío y tanto que puede ser vencido con un estudio en profundidad del proceso, entendiendo los flujos y buscando soluciones que faciliten y posibiliten su incorporación. Por eso es indispensable que toda la planificación sea hecha en asociación con los trabajadores que realmente conocen el proceso en que la sala limpia estará insertada. Así como en los primordios del descubrimiento de la importancia de la esterilización, la colaboración de profesionales con conocimientos distintos es el gran diferencial para que el proyecto tenga éxito.

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