¿Cómo actuar en casos de intoxicación de un empleado?

A pesar de ser uno de los gases inorgánicos más utilizados en la industria, el gas amoniaco es altamente irritante y tóxico. Es un gas de alta solubilidad en agua y por tanto, sus efectos se observan principalmente en zonas húmedas como ojos, piel y sistema respiratorio.

En la piel, el gas amoniaco puede provocar quemaduras y, si se ingiere, provoca quemaduras en boca, faringe y laringe, además de mucha salivación. En el caso de exposiciones crónicas, puede ocurrir sangrado por la nariz y / o labios, conjuntivitis química, bronquitis con reducción respiratoria e incluso daño renal.

Las exposiciones a altas concentraciones durante períodos relativamente cortos pueden ser fatales, por lo que es importante saber cómo actuar para brindar primeros auxilios antes de derivar a la víctima a tratamiento médico.

¿Intoxicación? Mantén la calma y comprueba qué puntos observar para actuar de la mejor forma posible.

Inhalación: lleve a la víctima a un área no contaminada y ventilada y administre oxígeno, si está disponible, debajo de una mascarilla o catéter nasal. En caso de paro respiratorio, aplicar maniobras de reanimación y derivar inmediatamente al hospital más cercano.

Contacto con la piel: quitar rápidamente la ropa y los zapatos contaminados y lavar las partes afectadas con abundante agua durante 15 minutos. No vendar durante 24 horas.

Contacto con los ojos: la acción inmediata es fundamental, ya que los primeros 10 segundos son fundamentales para prevenir la ceguera. No permita que la víctima cierre o mantenga los ojos cerrados. Levante suavemente los párpados y lávelos con agua, continuando enjuagando con abundante agua para permitir la máxima eliminación del producto. Después de estos cuidados, consulte inmediatamente al oftalmólogo.

Ingestión: Nunca induzca el vómito. Si la víctima está consciente, puede darle agua y leche. Remitir al médico informando las características del producto ingerido. Nunca dé nada por vía oral a personas inconscientes o con convulsiones.

Nunca lo olvides: la mejor forma de evitar accidentes es priorizar el mantenimiento de tu sistema de refrigeración. Además de un sistema de detección de fugas, es fundamental comprender los riesgos, asegurarse de que las calibraciones del equipo estén actualizadas y tomar las mejores decisiones sobre procedimientos de seguridad. Después de todo, la seguridad y protección de los empleados debe ser la principal preocupación de cualquier empresa.

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